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Foto del escritorArturo Bolívar

Se hunde un barco con turistas canadienses a bordo

La madrugada de hoy un velero de lujo que transportaba turistas extranjeros, entre ellos canadienses, se volcó y se hundió frente a las costas de Sicilia debido al mal tiempo.

 

Las autoridades recuperaron un cadáver, seis personas permanecen desaparecidas y 15 fueron rescatadas, entre ellas una niña de un año. Aunque las autoridades no han identificado a todos los desaparecidos, si confirmaron que uno de ellos es el multimillonario británico, Mike Lynch, uno de los mayores magnates tecnológicos del país. Su esposa fue rescatada con vida.

 

El velero había volcado poco antes de las 5 de la mañana frente al puerto de Porticello, cerca de Palermo. Llevaba una tripulación de 10 personas y 12 pasajeros de nacionalidades británica, estadounidense y canadiense, según los guardacostas italianos.

 

El Bayesian, de bandera británica y 56 metros de eslora, era conocido por su único mástil de 75 metros, uno de los más altos del mundo fabricado en aluminio y que se iluminaba por la noche, horas antes de hundirse. En los sitios web de chárter se alquila por 195.000 euros (unos 215.000 dólares) a la semana.

 

Una de las supervivientes, identificada sólo como Charlotte, dijo que había perdido momentáneamente el control de su hija Sofía, de un año, en el agua, pero que luego consiguió sostenerla sobre las olas hasta que se hinchó un bote salvavidas y ambas fueron puestas a salvo, informó la agencia de noticias italiana ANSA citando a la madre.

Los medios de comunicación locales dijeron que una fuerte tormenta repentina, con trombas marinas, azotó la zona durante la noche, pero que el cielo estaba despejado y el mar en calma el lunes por la mañana.

 

Ocho de las 15 personas rescatadas y llevadas a tierra en Porticello fueron hospitalizadas. Luca Cari, portavoz de los bomberos italianos, declaró que se había hallado un cadáver cerca del pecio, pero que otras seis personas estaban en paradero desconocido.

 

Los equipos de rescate localizaron la embarcación a 50 metros de profundidad frente a Porticello y los buzos de la policía de aguas profundas intentaban acceder al casco, explicó Cari. En las operaciones, visibles desde la costa, participaron helicópteros y lanchas de rescate de la guardia costera, los bomberos y el servicio de protección civil.

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