Aunque el FBI no ha dado con el móvil que llevó a Thomas Mathew Crooks a intentar asesinar al ex presidente Donald Trump, si han podido reconstruir los últimos pasos del joven del 20 años que llevó a cabo el atentado.
El FBI informó ayer que ya logró acceder al teléfono móvil de Crooks y que pudieron determinar que compró 50 municiones el mismo día del atentado en una armería de su ciudad natal y una escalera de 1,5 metros en un HomeDepot.
Además acudió a un club de tiros el día antes y practicó con su arma.
El arma utilizada durante el atentado era propiedad de su padre, quien declaró que su hijo se la pidió prestada para ir al club de tiros y que por eso no le pareció sospechoso porque era algo que solían hacer. Ambos eran miembros del Clairton Sportmen´s Club, que dispone de un campo de tiro para rifle de 200 yardas.
En el maletero del carro de Crooks, las autoridades encontraron un artefacto explosivo, se desconoce que planeaba hacer con el mismo.
Crooks fue visto por varias personas trepando en el techo cercano al mitin varios minutos antes de que se iniciara el tiroteo y ahora también está bajo investigación la actuación de las agencias de seguridad que se encontraban en el terreno.
A pesar de que los investigadores ya han tenido acceso a su teléfono y a su ordenador aún no han encontrado pruebas de que el ataque tuviera alguna motivación política o ideológica o vínculos con grupos extremistas.
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